un día lastimé a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón
Un día los viví tristes y cuando llegó la noche me di cuenta que es mucho más lindo sonreír que llorar.
Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y noté que la
vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando algo que nunca va a
pasar
No hay comentarios:
Publicar un comentario